miércoles, 11 de enero de 2017

El viaje astral.



La proyección astral (o viaje astral) son ciertas experiencias adquiridas ya sea en forma consciente o mediante la meditación profunda, el sueño lúcido o el uso de psicotrópicos. Según esta interpretación, estas experiencias serían una percepción extrasensorial y un signo de la separación o "desdoblamiento" de lo que llaman el "cuerpo astral" (o sutil) que se separa del cuerpo físico. La consciencia o alma habría sido transferida dentro de un cuerpo astral (o "doble"), que se movería al unísono con el cuerpo físico en un mundo paralelo conocido como plano astral.

La proyección astral regularmente se asocia con el movimiento de la Nueva Era, pero lo cierto es que esta creencia ha existido en muchas culturas desde tiempos remotos. El viaje astral es solo un sendero que comunica el más allá con la vida física, pero no tiene nada que enseñarnos para la vida física. Con el viaje astral no podemos adivinar el futuro ni descubrir una fórmula ni obtener información sobre nuestros parientes muertos. 

Una proyección mental sí puede sacar provecho físico, psíquico, médico, anímico y material para la persona, por que nace y revierte en un acto físico. La proyección mental pende de nosotros, nuestra mente no es libre y se sujeta a nuestras concepciones y capacidad de aprendizaje. El cuerpo astral puede mantener cierta cohesión con nosotros, por lo menos hasta el momento de la muerte, pero su existencia no depende de nuestra inteligencia ni de nuestra memoria.

La inmensa mayoría de los los magos, filósofos y religiosos han fracasado al querer racionalizar y sacar provecho de los astral, por que jerarquizar y concebir lo inconcebible y lo generalizable es un acto mental, un ejercicio humano, no una meta ni un proyecto astral. El ser humano, a través de sus instituciones, religiones e ideas, puede tener un plan, pero el plano astral no tiene ningún Gran Plan para el hombre.

El gran plan pertenece, sin duda alguna, al mundo intelectual, que sigue siendo una proyección mental por místico que se presente. La proyección mental puede ser poderosa, pero el plano astral no necesita de poderes. Todos llegaremos a él algún día, a pesar de las barreras y trampas que nos auto impongamos mentalmente. En base a todo esto creo que ha quedado bien claro que una cosa es el viaje astral, libre y sin compromisos religiosos, afectivos, psíquicos, personales o materiales, y otra cosa muy distinta una proyección mental, que si tiene relación con todo lo que afecta al hombre.

LOS PELIGROS
Los que se interesan medianamente las ciencias ocultas, escuchan a menudo que una persona se ha quedado "colgada" al realizar una experiencia de viaje astral. Si se diese el caso de la desconexión del cuerpo físico con el astral, eso sería la muerte (es cuando se rompe el cordón de plata) y por lo tanto no podrían contarlo. Así que ni caso, nadie que se sepa se murió después de una experiencia de viaje astral y si eso ocurrió alguna vez no creo que pudiera contárnoslo. El viaje astral tampoco altera las neuronas ni el equilibrio psíquico más de lo que ya estén alterados antes de la experiencia, porque el viaje astral no es una droga.

Es más, cuando se realiza correctamente un viaje astral por medio de alucinógenos como el peyote, la ayahuasca, el ácido lisérgico o drogas similares, la persona no sufre daño físico alguno. A no ser el daño que puedan provocar esas drogas como es la dependencia e intoxicación. Por supuesto, si ingiere las drogas, lo que suele suceder a menudo, lejos de hacer un viaje astral sólo logrará alucinar tonterías, destruirse unas cuantas neuronas y volverse drogadicto. En este caso si es posible quedarse "colgado". Por otra parte, como ya había señalado, los viajes astrales producen taquicardias cuando el cuerpo astral hace su reentrada en el cuerpo físico. Una persona sana no padecerá en absoluto, pero una persona con problemas cardíacos puede tener problemas.

Finalmente, una disposición religiosamente esquizofrénica, o cualquier otra patología mental, pueden verse agravadas físicamente después de una experiencia de este tipo, lo que puede arruinar un organismo aunque el cuerpo astral siga estando perfectamente. Pues bien cuando se practica de forma sencilla, consciente, correcta y directa, no tiene el menor peligro y no hace daño alguno, al contrario, puede ayudarnos a corregir cierto tipo de problemas y enfermedades.

El Cordón De Plata
Otro de los tópicos, cuando se habla de viajes astrales, es el famoso cordón de plata. Este cordón de plata, más que un elemento místico, es como un cinturón de seguridad. Su función es mantener unido el cuerpo astral con el cuerpo físico y a la vez mantener el equilibrio del ritmo cardíaco mientras se realiza la experiencia. Este cordón lo generamos nosotros mentalmente y sin querer para protegernos del miedo a separarnos totalmente del cuerpo físico. Aunque no es imprescindible para el viaje, siempre volvemos a nuestro cuerpo.
 

Su uso no es imprescindible, pero si recomendable. Existen infinidad de personas que jamás lo han utilizado y no les ha pasado nada, ya que hay otros medios para volver. Para volver al cuerpo no hace falta más que unir los dedos pulgar e índice y medio, separando el anular y el meñique lo más posible. Este sencillo gesto nos mantiene conscientes y es capaz de sujetar al cuerpo astral unido al cuerpo físico, de la misma forma que lo hace el cordón de plata. Sin embargo, la unión de los tres dedos no evita las taquicardias.

1 comentario:

  1. he tenido varios episodios astrales y me dan panico, cada vez que tengo uno me despierto sobresaltado

    ResponderEliminar